2005

Empresas entran en escena

A la licitación de Cateura se presentó un solo oferente, el consorcio brasileño paraguayo Empo. Firmó un contrato de 30 años por el cual la municipalidad paga un monto superior al promedio de la región por cada tonelada de basura que reciba. La obligación de Empo era aplicar criterios racionales de gestión al vertedero y también construir un nuevo vertedero en otro lugar, más alejado. Cateura empezó a transformarse en un relleno sanitario, pero seguía al lado del río.

 

El otro compromiso de Empo era mudar Cateura. Para ello adquirió un terreno en Nueva Italia. La Secretaría del Ambiente avaló el proyecto, pero la administración de la ciudad de Nueva Italia se negó. Las autoridades y los vecinos, agrupados en la “Comisión en Defensa de la Naturaleza Creada por Dios”, rechazaron el proyecto. La mudanza debía hacerse antes de febrero de 2006, pero fue prorrogada varias veces.

 

Además, los municipios del área metropolitana tenían que deshacerse de su propia basura, lo que provocó una variedad de licitaciones y empresas privadas dedicadas al rubro de la basura. Una de ellas, El Farol, se volvió protagonista de este nuevo mercado.