En su portada impresa del jueves 9 de abril de 2020, el Diario Abc Color publicó que la pandemia de coronavirus «redujo las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 25%» y que «echa por tierra el mito que el agro, que sigue en actividad, es el gran causante del calentamiento global».
Esto es mentira.
En primer lugar, la reducción del 25% no es global sino en China, como documenta un informe de Carbon Brief del 19 de febrero. La razón de tal reducción en emisiones de carbono es –como puede deducirse– el conjunto de estrictas medidas de cuarentena que el país asiático tomó como estrategia ante el brote de covid-19. Pero el mismo informe fue actualizado el 30 de marzo para indicar que, a medida que China se encuentra saliendo de la cuarentena, los niveles de emisión de carbono están volviendo a niveles acostumbrados.
Por otro lado, tampoco es cierto que tal reducción de emisiones en China o, por ejemplo, el mejoramiento de la calidad de aire registrada en Gran Asunción durante la cuarentena, quiten responsabilidad al «agro».
Si bien es cierto que Paraguay produce una nimia cantidad de emisiones en un contexto global; su impacto cambia cuando se analiza en relación a la población del país. Produce por persona más gases de efecto invernadero que EEUU o China. Según relevamientos oficiales el 80% de las emisiones del país corresponden a la deforestación y el cambio de uso de suelo para la ganadería o la agricultura extensiva en la crisis climática. El número trepa al 95% si incluímos a la actividad agrícola en sí misma.
Esos datos figuran tanto en Climate Watch –plataforma que recoge inventarios de emisiones de cada país– como en los informes oficiales del Ministerio del Ambiente de Paraguay al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas. Los mismos datos también son consignados en el informe oficial producido por el gobierno de Horacio Cartes junto a Cepal en 2014, donde se consideró el impacto de la crisis climática en la economía paraguaya para los próximos 50 años.
En tal informe –entre otros puntos– se proyecta que, a menos que los países respeten el Acuerdo de París y reduzcan sus emisiones, la temperatura promedio del país subirá hasta 5 grados más, afectando principalmente la zona norte de la Región Oriental. También aumentarán la frecuencia e intensidad de fenómenos como inundaciones seguidas de sequías, que afectarán el rendimiento de cultivos como la soja. Paraguay es considerado el país más vulnerable a la crisis climática de Sudamérica.