Si solo tenés un minuto
No, no se encontró la cura de la Covid, pero un estudio reciente de la Universidad de Oxford demostró que existe un medicamento que reduce la mortalidad en los pacientes graves de coronavirus: la dexametasona. Es un esteroide que redujo hasta 35% la mortalidad del coronavirus, tiene bajo costo y comenzará a ser aplicada en Gran Bretaña.
La dexametasona fue noticia en medios internacionales la semana pasada como la droga barata, fácil de administrar y disponible en todo el mundo que podría salvar vidas. Esto generó esperanzas en las audiencias, tanto, que hasta se crearon grupos de Facebook con nombres como «La dexametasona acaba el Covid».
Específicamente, se trata de un corticosteroide utilizado como antiinflamatorio para tratar ciertas formas de artritis, alergias severas y asma, entre otras afecciones, incluidos algunos tipos de cáncer. Era el «tratamiento más eficaz» para los pacientes graves de Covid-19. Pero aún no puede afirmarse que este fármaco sea la cura de la enfermedad.
Un tratamiento para casos graves
Según las conclusiones de un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) –todavía no publicado–, en los ensayos clínicos la dexametasona demostró ser efectiva para el tratamiento de los pacientes de Covid-19 que están intubados o que reciben oxígeno. En estos casos, los resultados sugieren que podría evitar 1 de cada 8 muertes en pacientes que necesitan ventilación mecánica y 1 de cada 25 en pacientes que sólo requieren oxígeno suplementario.
Los responsables del Recovery Trial informaron que este fármaco reduce la mortalidad pero no probó beneficios entre pacientes con un grado de la enfermedad más leve, es decir, que no necesitan asistencia respiratoria. El propio secretario de Salud del Reino Unido, Matt Hancock, dijo que la dexametasona es «una noticia brillante para todos», pero que no es una cura.
Lo mismo aseguró neumólogo Carlos Morínigo, coordinador de aislamiento del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), en diálogo con radio Universo 970 AM: «Nosotros en el hospital usamos el esquema de suministro de Hidroxicloroquina y Azitromicina, que al principio eliminaban el virus», refirió sobre el tratamiento que aún se utiliza en Paraguay para estos casos.
Y es que este medicamento bien conocido por la comunidad médica, se revela como el primero que demostró reducir la mortalidad por Covid-19. La OMS valoró positivamente los resultados de este estudio aunque insistió en que son preliminares y que deberían tomarse con cautela.
Cómo se hizo el estudio
En marzo de 2020, se estableció Recovery (Randomised Evaluation of Covid-19 therapy) como un ensayo clínico aleatorizado para evaluar una gama de tratamientos potenciales para COVID-19, incluida la dosis baja de dexametasona (un tratamiento con esteroides). Más de 11.500 pacientes se inscribieron en más de 175 hospitales del NHS en el Reino Unido.
Uno de los jefes de la investigación, Peter Horby, profesor de Enfermedades Infecciosas Emergentes en el departamento de Medicina Nuffield de la Universidad de Oxford, manifestó en el comunicado de presentación de resultados del ensayo que el beneficio de supervivencia es «claro y grande en aquellos pacientes que están lo suficientemente enfermos como para requerir tratamiento con oxígeno, por lo que la dexametasona debería convertirse ahora en el tratamiento estándar de estos pacientes».
Otro de los investigadores principales del ensayo, Martin Landray, profesor de Medicina y Epidemiología del Departamento de Población y Salud de la Universidad de Oxford, manifestó: «Desde la aparición de la Covid-19 hace seis meses, se han buscado tratamientos que puedan mejorar la supervivencia, particularmente en los pacientes más enfermos. Es fantástico que el primer tratamiento demostrado para reducir la mortalidad es uno que está disponible al instante y asequible en todo el mundo».
Por último, el 22 de junio la OMS pidió incrementar producción y distribución masiva de dexametasona. OMS también coordinará un análisis más grande. De confirmarse, sería una buena noticia para reducir la mortalidad en casos graves de la enfermedad.
«El desafío ahora es incrementar la producción y distribuir de forma rápida y equitativa la dexametasona, especialmente donde sea más necesaria», subrayó en su intervención de hoy ante los periodistas el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, desde la sede del organismo en Ginebra.
Todavía se espera la publicación del estudio de la Universidad de Oxford para conocer a qué grupos específicos de pacientes podría beneficiar.