Pedro Galli, presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), afirmó que la ganadería es amigable con el medio ambiente y que Paraguay tiene un saldo positivo en emisiones de carbono durante la inauguración de la Expo Rodeo Neuland en el Chaco.
Sin embargo, el informe IBA 3 del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) publicado en agosto de 2021, sostiene que Paraguay emitió más gases de efecto invernadero (GEI) de lo que pudo absorber en el 2017 y que absorbió sólo el 28,8% de las emisiones de GEI en ese año. El IBA 3 es un informe oficial del gobierno ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que presenta un inventario nacional de gases de efecto invernadero emitidos y absorbidos por Paraguay.
El sector de la agricultura y ganadería es responsable del 50,2% de las emisiones de GEI en Paraguay, que incluye gases como el metano – emitido por el ganado vacuno – y el dióxido de carbono – emitido por deforestaciones para pastizales y tierras de cultivo. La deforestación para convertir bosques en pastizales para ganado o para agricultura extensiva emite el 29,11% del GEI del país.
Fuente: Informe IBA 3 del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (2021). Elaboración propia.
El ingeniero ambiental, Guillermo Achucarro, en entrevista para La Precisa, fue contundente al referirse a la afirmación de Galli: “Lo que se dice es mentira. No es que se absorbe más de lo que se emite. Para que existan pastizales para la ganadería, sea cual fuere la ecorregión del país, necesita deforestación de bosque nativo”.
Según el informe IBA 3, las tierras convertidas en pastizales para ganado emitieron más GEI (en específico CO2) de lo que pudieron absorber la totalidad de tierras forestales del Paraguay, que son bosques nativos o reforestaciones no comerciales.
Achucarro explicó que “todo lo que se produzca para la ganadería o agricultura no es amigable porque se está reduciendo la resiliencia de los bosques por la gran cantidad de bosques nativos que se pierden”. Agregó que al deforestar bosques nativos para dar lugar a pastura para ganadería, o cualquier otro monocultivo como el eucalipto, se reducen las funciones ecosistémicas de los bosques. Algunas funciones ecosistémicas que se pierden son la regulación de las lluvias, el control de la temperatura superficial, la emisión y absorción de GEI, la regulación de los vientos, etc.
De 2001 a 2021, Paraguay perdió 6.550.000 hectáreas de cobertura arbórea, esto equivale a una disminución del 27% de la cobertura arbórea de todo el país desde 2000, según Global Forest Watch (GFW). En 2021, el gobierno presentó la Actualización de la Contribución Nacionalmente Determinada, documento que contiene las medidas principales que serán ejecutadas para la mitigación del cambio climático desde el sector de agricultura. Esta actualización se enmarca en el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático que fue ratificado por Paraguay en 2016 mediante la Ley N° 5681/16.