Oligarquía

El negocio de las apuestas en línea deja nuestra salud al azar

Con pocas regulaciones y mucha publicidad, cancha libre para que crezca la adicción al juego en Paraguay.

Reportaje Juliana Quintana · Edición Jazmín Acuña ·

Cuatro amigos salieron del colegio y fueron a hacer lo que ya tenían como costumbre: apostar. Corría el año 2008 y pasaban el tiempo en casinos jugando “maquinitas”. A uno de ellos, Nicolás, le gustaba jugar Bingo, Pachinko y Slots. En su horario de almuerzo llevaba Gs. 50.000 en el bolsillo y los gastaba en un casino que quedaba al lado de la empresa de su familia. Tenía 18 años. 

En ese momento, los juegos de apuestas en Paraguay estaban comenzando a migrar a Internet. Con el auge de las aplicaciones y la fácil conectividad, el casino llegó a la palma de la mano de jóvenes como Nicolás, a quien le cambiamos el nombre para respetar su privacidad. 

“No sé en qué año exactamente entré a este tema de las apuestas y los casinos en Internet pero ahí fue donde yo me fundí de verdad”, cuenta 16 años después. “Nadie te ve, nadie te huele, vos no necesitás irte a ningún lado sino que con tu propio teléfono podés estar jugando. Ahí fue que recaí dos o tres veces jugando online”. Al principio, lograba conseguir el dinero para seguir apostando. Pero a los 22 años, enterrado en deudas que ya no podía pagar, se dio cuenta de que era un jugador compulsivo. 

Aunque la ludopatía, que es la adicción a las apuestas y los juegos de azar, fue reconocida como un comportamiento adictivo en los 80, en países latinoamericanos se promociona en televisión, radio, redes sociales como si fuera una actividad inocua. Referentes del fútbol, la música y el arte alimentan el relato de la plata “fácil” sin advertir que uno puede perder, se puede endeudar y sufrir otros efectos negativos del juego compulsivo. 

Más del 50% de los clubes que juegan torneos en la Conmebol son patrocinados por casas de apuestas deportivas. En las vísperas de la Eurocopa, el periodista deportivo Chipi Vera publicó un tutorial en Instagram con el paso a paso de cómo apostar en uno de los eventos deportivos más esperados del año. Al igual que él, periodistas o influencers promocionan el ingreso a Apostala, un popular sitio de apuestas que además es sponsor de varios clubes nacionales como Olimpia y Cerro Porteño. Ninguno promueve su uso saludable. 

Esta publicidad ubicua y casi desvergonzada a apostar es solo la punta del iceberg de un negocio que mueve millones y que crece sin obstáculos a pesar de su impacto en la salud mental y financiera de familias paraguayas.

Un grave problema de salud pública que pasa inadvertido

Las personas con ludopatía sienten un impulso a jugar a pesar de sus efectos adversos. Algunos síntomas incluyen la necesidad de apostar más cantidades de dinero, intentos fallidos de controlar el juego, y el impacto negativo en la vida personal y profesional. Julio Torales, Jefe del Departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas enfatiza que  internet ha aumentado de forma significativa la accesibilidad y la frecuencia del juego, lo que complicó el fenómeno y según él, provocó un incremento de los casos de adicción. 

En 2019, el “trastorno de los juegos de Internet” o gaming disorder se introdujo como una nueva condición en una revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (ICD-11), y fue catalogada como una adicción, junto a la ludopatía. Torales explicó que, aunque la adicción a los videojuegos no necesariamente implica apuestas monetarias, comparte características similares de comportamiento adictivo a las apuestas. 

Rubén López, médico del hospital Psiquiátrico de Asunción, dice que en general hay una baja capacidad de diagnosticar y registrar el problema. “Acá en Paraguay no hay un registro de cuántas personas hay con este trastorno”. 

En Estados Unidos, la prevalencia de problemas de juego en adolescentes es cercana a tres veces la de los adultos. Los adultos mayores tienen más tendencia a desarrollar dependencias con las máquinas tragamonedas y el bingo, según el Manual de Trastornos Mentales (DSM-5). Pero la ludopatía es más frecuente en hombres jóvenes quienes, a su vez, prefieren las apuestas deportivas.  

Nicolás dice que es muy futbolero, incluso tiene un club de fútbol. Tiempo atrás llegó a jugar en Apostala, pero no le gusta esperar noventa minutos a que terminen los partidos para ver si ganó o perdió, por eso prefiere los casinos virtuales. Algo similar le pasaba a Fernando, de 35 años, quien saltó del consumo de casinos físicos, a los virtuales y a las apuestas deportivas. 

“Hubo épocas en las que estaba sin teléfono porque me pasaba vendiendo para poder jugar. En ese caso, tenía la opción de apostar en la computadora o de ir a una casa de Apostala donde ellos tienen computadoras que están ahí habilitadas para hacer apuestas. Todo muy accesible, más de lo que parece”, relata Fernando. 

En el sitio Web de Apostala, la grilla muestra una lista de eventos deportivos con todas las opciones disponibles. En fútbol, los jugadores no solo apuestan los goles, sino también tarjetas, corner y jugadores. Incluso, se pueden hacer apuestas combinadas. 

Durante la pandemia, Apostala habilitó la opción #QuedateEnCasa donde sumaba a su oferta de deportes virtuales, bingo y casino online. Con el tiempo facilitaron las formas de cargar saldo: billeteras virtuales, Monchis y, recientemente, también la app del banco UENO. 

Daruma Sam S.A., que opera bajo el nombre de Apostala, es una empresa que tiene el monopolio de las apuestas deportivas en el país desde hace más de cinco años. En 2018, la Contraloría General de la República pidió revocar la adjudicación, pero el entonces presidente Horacio Cartes la autorizó a través de un decreto. En 2022, la firma volvió a ganar la licitación para la explotación del rubro por otros cinco años.

Una industria que mueve millones

El mercado global de juegos de azar en línea, que valía alrededor de 61,5 mil millones de dólares en 2021, se estima que crecerá a alrededor de 114,4 mil millones de dólares para 2028, con un crecimiento anual del 10%, según el informe “Global Online Gambling Markets – Previsiones de 2022 a 2027”. Para poner en perspectiva, los ingresos mundiales de las tres marcas de tabaco más vendidas alcanzaron los 87 mil millones de dólares en 2022

En Paraguay, la Ley 1016/1997, que regula la explotación de juegos de azar, establece un canon que recauda la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas. Entre 2013 y 2023 las recaudaciones fueron  aumentando año a año, con excepción de 2020 por la última pandemia. 

En 2023, Conajzar recaudó más de 21 millones de dólares, la cifra más alta de los últimos 10 años y que da una idea de la magnitud de ganancias de las empresas habilitadas para la explotación. Por Ley, lo recaudado a nivel nacional se debe repartir entre gobiernos municipales, gobiernos departamentales, Dirección de Beneficencia y Ayuda Social (Diben) y Tesoro Nacional. 

La Conajzar, además de planificar, controlar y fiscalizar los juegos de azar, se ocupa de diseñar las bases y condiciones para las licitaciones públicas. A Carlos Liseras, presidente de la Conajzar desde 2023, le preocupa la explotación ilegal. “Según un estudio que hizo la propia Fiscalía General, en nuestro país estarían funcionando en forma clandestina más de 150 mil máquinas tragamonedas. Eso produce un daño tremendo en la salud de los niños porque los vuelve jugadores compulsivos”. 

El año pasado, el presidente Santiago Peña firmó el decreto 938 donde instruye a los intendentes municipales a informar a la Conajzar sobre todas las autorizaciones de locales de juegos electrónicos de azar otorgadas a la fecha, con la ubicación, cantidad de máquinas habilitadas y el monto del canon percibido. Tenían un plazo de treinta días para entregar esta información. Al momento de la entrevista, ningún intendente había cumplido con el decreto presidencial. A través de un pedido de información pública, la Municipalidad de Asunción confirmó que sólo 11 empresas están autorizadas para la explotación y habilitación de tragamonedas. 

La Ley que regula los juegos de azar es de 1997, por lo que no incluye la modalidad de juegos en línea. Conajzar ha intentado controlar los casinos online y máquinas electrónicas virtuales mediante decretos y resoluciones. En 2014, implementó el control en línea con las nuevas concesiones, y al 2020, la institución autorizó a 16 concesionarios de juegos para la explotación en Internet. Pero estas acciones palidecen ante el desafío de controlar todo lo que circula por Internet. En Argentina, un informe al que accedió el medio Clarín muestra que el 80% de los jugadores de ese país se suscriben a sitios ilegales. Al igual que el desafío de frenar la ilegalidad, queda latente el problema de salud pública. 

Los juegos de azar están prohibidos para menores de 18 años. De hecho, la Ley N° 6903/2022 establece medidas de protección a niños, niñas y adolescentes de la influencia de tragamonedas y prohíbe la instalación de juegos electrónicos de azar en lugares públicos como mercados, despensas, peluquerías y cualquier otro local que no sea un casino. Pero para el riesgo de caer en la ludopatía a través de las apuestas en Internet no existen regulaciones. 

Las apuestas online es lo peor que nos pudo haber pasado a todos los jugadores compulsivos”, dice Nicolás, quien se encuentra luchando contra la ludopatía con el apoyo Jugadores Anónimos. “Hoy en día vos caminás, ves publicidad; escuchás radio, ves publicidad; en la tele, ves publicidad; ponés el partido de la Libertadores, ves publicidad. Todo es publicidad de apuestas deportivas o de casinos online y es lo peor que hay”.

La carrera del jugador

Los casinos son una realidad paralela donde se puede fumar en interiores y no se distingue el día de la noche. Todo parece una invitación a mantener la atención de los clientes. Las luces de neón que emiten los slots alumbran artificialmente la penumbra. Hay mesas de juego para el blackjack, la ruleta, el póker y el baccarat, algunos tienen restaurantes, bares, eventos en vivo y espacios de entretenimiento como karaokes. 

Los sitios de apuestas en línea no son muy diferentes. Las características en su diseño y su arquitectura proponen las gratificaciones de distintas formas. Fondo negro, letras doradas, cartelería lujosa con mujeres y hombres apuestos invitando a jugar lo que más te guste. 

“¡Promo de bienvenida! Registrate, subí la foto de tu documento y ya podés disfrutar los juegos con Gs. 200.000 en bonos”

“Sé el primero en jugar”

“Con el primer depósito, 110% de devolución”. 

Los estímulos vienen de distintos sitios, incluso de las publicidades en medios de comunicación que promocionan casinos abiertamente. Nicolás tuvo cuatro recaídas desde 2012, algunas a causa de los propios casinos que le transferían dinero a su cuenta para que siguiera jugando. 

Me pasó varias veces que yo no jugaba más, estaba recuperándome y Slots del Sol, por ejemplo, me cargaba a la cuenta Gs. 3.000.000, Gs. 5.000.000 para que yo vuelva a apostar y yo volvía a jugar con eso y terminaba perdiendo el triple, cinco o diez veces más que eso”. 

Lucía Fainboim, especialista en ciudadanía y crianza digital y directora de la consultora Bienestar Digital, cree que así como existe una gran inversión en publicidad, las empresas deberían invertir en campañas para visibilizar el problema y trabajar la prevención de la ludopatía, con advertencias como las que aparecen en los paquetes de cigarrillos. 

En Argentina, un adolescente de 14 años se hizo adicto a las apuestas en cuatro meses, le robó los ahorros a su mamá para jugar e intentó suicidarse. Este caso volvió a poner en la discusión pública a la ludopatía. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tomó algunas medidas

Pero a pesar de que hay diversos proyectos de ley en curso, Argentina no cuenta con una ley nacional que regule el mercado de apuestas. Al igual que Paraguay, tampoco tiene una legislación que limite la constante publicidad en programas de televisión, partidos de fútbol e influencers en redes sociales con fórmulas mágicas para llenar bolsillos. 

“Así como nos daría mucha impresión ver a chicos de 12 años hasta las 3 de la mañana apostando en el casino, nos debería dar la misma incomodidad darnos cuenta de que no están durmiendo, que está siendo afectada su vida cotidiana, que su cerebro y su desarrollo emocional realmente no están preparados para afrontar esto”, apunta Fainboim.

La Conajzar presentó un proyecto de ley para evitar las concesiones monopólicas para la adjudicación y explotación de los juegos de azar, pero también para ajustarlo a los tiempos que corren, con regulaciones para las modalidades online, la publicidad y el cuidado de personas con ludopatía.

Nicolás está en recuperación hace 12 años, y agradece la contención que recibió de su familia y afectos. A sus 22 años, cuando pidió ayuda a sus padres, ellos supieron qué hacer. Se pusieron en contacto con una de las fundadoras de Jugadores Anónimos de la parroquia San Miguel, la hermana Regina, y comenzaron a ir a los grupos de apoyo. Sus padres también lo acompañaron desde Juganon, un grupo de ayuda para familiares de jugadores.

“Obvio que duele enterarse de una enfermedad. Se trabaja mucho, y es muy importante el apoyo de gente cercana que te quiere”, explica Nicolás. “Es una línea delgada que vos caminás. Como decimos nosotros, estamos pendiendo de un hilo siempre”.

Si vivís una situación similar, pedí ayuda:

  • Podés agendar una consulta en el Centro Nacional de Prevención y Tratamiento de Adicciones de lunes a viernes de 07:00 a 13:00 al 0974 269633 (WhatsApp) o al 021 298352/ 021 298730. 
  • También podés contactar al (0981) 596-207 para formar parte de las reuniones presenciales de Jugadores Anónimos que se llevan a cabo los martes y jueves desde las 19 hs, en la parroquia San Rafael. El acceso es libre y gratuito.

* Los nombres de las personas con ludopatía han sido modificados para garantizar la privacidad y confidencialidad de aquellos que compartieron sus experiencias para esta investigación.

**Edición del 2 de julio de 2024: El texto original afirmaba que el sitio de apuestas Apostala es sponsor de la selección de fútbol. Al momento de este reportaje, no lo es.