Una línea en el tiempo con 100 hitos donde las protagonistas de la historia paraguaya somos nosotras
Una cobertura sobre la emergencia de las mujeres en el país más católico de Latinoamérica
Revelamos al sistema que pone en riesgo la vida de las mujeres para que puedas denunciarlo y resistirlo
Te mostramos cómo eso que llaman amor, es trabajo no pago.
Narramos qué formas toma la disputa por el control de nuestros cuerpos y cómo liberarnos
¿Tenés preguntas sobre esta cobertura? Acá respondemos algunas
Soberanas porque en esta cobertura nos ocupamos de la búsqueda de autonomía de las mujeres. Porque aunque el Papa haya asegurado que “la mujer paraguaya es la más gloriosa de América”, esta narrativa se desdibuja con datos: Paraguay, uno de los países más católicos de la región, es también el peor lugar para nosotras.
La “mujer gloriosa” es uno de los tantos mitos que han alimentado las autoridades religiosas, los políticos, la publicidad, los medios masivos y el sistema educativo por mucho tiempo. Con éstos se esconden los obstáculos y agresiones que hemos sufrido históricamente y seguimos viviendo las mujeres cis, trans y no-binaries en la casa, la escuela, la universidad, el trabajo, la política y los espacios digitales. Son mitos problemáticos que normalizan y perpetúan injusticias calificando como grandeza gestos de sumisión, renuncia y silencio.
Por demasiado tiempo estas injusticias ocuparon un lugar secundario (cuando ocuparon alguno) en las discusiones de relevancia nacional. La corrupción, el narcotráfico o los sucesos de las élites políticas tienen hasta hoy un lugar central en la cobertura mediática. Pero la desigualdad de género no es un soft issue o un tema menor. Es un fenómeno de poder complejo que al cruzarse con otras desigualdades como la de clase o raza se agrava.
Nada de esto se sostiene por un arreglo biológico. Se funda sobre un entramado de normas, leyes, intereses económicos, desidia estatal y mucha violencia que afecta la trayectoria de vida de la mitad de la población del mundo, y más aún en un país de tradición conservadora como Paraguay. Se funda sobre narrativas engañosas como la de la “mujer más gloriosa de América”.
En esta cobertura nos dedicamos a desentrañar aún más este esquema de poder, con el apoyo de un equipo comprometido de reporteras, ilustradoras, editores y diseñadores. Espero que nos sigas.
En Soberanas vas a encontrar información para entender, desaprender y movilizarte a cambiar tres aspectos que definen la trayectoria de vida de miles de mujeres: las violencias, la disputa por el control de nuestros cuerpos y la política que organiza la economía invisibilizando el trabajo reproductivo.
Violencias: Investigamos y revelamos cómo se ejercen las violencias que limitan y arriesgan la vida de las mujeres, desde las formas más comunes de agresiones como el acoso callejero o digital hasta los abusos sexuales y feminicidios. Contra el histórico intento de marginar lo que nos pasa a la esfera privada, reconocemos que lo personal es político. Partimos de esa premisa para poner las historias de sobrevivencia de las mujeres al centro del debate público. Buscamos que así aprendamos a identificar, denunciar y resistir junto a otras mujeres.
Cuerpos: Narramos cómo se despliega la disputa por el control de nuestros cuerpos, para así pensar en formas de recuperar una autonomía arrebatada. Te contamos, por ejemplo, de qué manera la medicina privada ha generado una epidemia de cesáreas en nuestro país, negando la posibilidad de decidir a miles de mujeres embarazadas sobre sus propios partos. O cómo el tabú sobre la menstruación, amplificado por la publicidad en medios masivos de comunicación, afecta la educación de niñas y adolescentes. O quiénes son los que acompañan la avanzada ultra conservadora en escuelas y colegios para evitar que aprendan a detectar abusos.
Economías: En plural. Porque además de la economía de la que hablan las autoridades, los gremios empresariales y los medios tradicionales – la única que creen que atraviesa crisis y repuntes – hay toda una economía de los cuidados de la que no se habla pero mueve el mundo. Es el trabajo de reproducción de las mujeres, que ha sido catalogado como producto del amor o de un supuesto instinto natural. Pero no hay nada natural en el arreglo social que deposita sobre nosotras todo el mandato de cuidar. El trabajo de las mujeres vale. En esta cobertura contamos cómo.
Juliana Quintana, reportera de El Surtidor, es la encargada de esta cobertura. Le acompañan Jazmín Acuña y Romina Cáceres. Y el equipo visual que cuida todas las imágenes que ves en las publicaciones está compuesto por Jazmín Troche como editora visual y las ilustradoras Lorena Barrios y Naoko Okamoto.
Por supuesto.
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Juliana Quintana es reportera de El Surti. Cubre la emergencia de las mujeres en el país más católico de Latinoamérica.
Una publicación de Memetic.Media desde Asunción, Paraguay
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