Armados con escopetas y picanas eléctricas, 35 civiles armados desalojaron a unas 36 familias mbya guaraní de la comunidad Loma Piro’y en Raúl Arsenio Oviedo, Caaguazú. Quemaron sus viviendas y pertenencias, dejando a las familias vulnerables.
Élida Prieto, lideresa de la comunidad, denunció que los guardias procedieron con extrema violencia, incluso contra niñas y niños. Debido a los golpes, algunos niños sufrieron fracturas en el brazo. En medio de la desesperación, una madre que tenía a su bebé de 15 días en brazos se desvaneció. Este fue el cuarto atropello que sufrieron.
Las familias afectadas sindicaron a sojeros de origen brasileño como responsables del atropello y que el propio intendente local Eddy Neufeld Hildebrand los acompañó. Pese a hacer la denuncia ante la comisaría, los policías les dijeron que ellos nada podían hacer.
Las tierras ancestrales de las y los mbya guaraní están rodeadas de sojales. A la violencia que sufre la comunidad, se suma la contaminación con agroquímicos por las fumigaciones indiscriminadas que realizan los productores, que no respetan la franja de protección forestal legal.