Actualizado el 03/06/2020 para reflejar cuestionamientos al estudio de The Lancet sobre la hidroxicloroquina.
Actualizado el 08/06/2020 para reflejar el pedido de retiro del estudio por parte de tres autores de la investigación.
Si sólo tenés un minuto:
La calidad de los datos del estudio publicado sobre The Lancet sobre la eficacia de la hidroxicloroquina ha sido altamente cuestionado por la comunidad científica. La OMS retomó experimentos con la droga. Seguimos sin evidencia suficiente sobre su efectividad en pacientes de covid-19.
Acá te contamos la historia completa:
Tres de los cuatro autores del controvertido estudio publicado en la revista The Lancet sobre el uso de hidroxicloroquina para combatir la Covid-19 solicitaron el 4 de junio la retirada del artículo, al no poder garantizar la veracidad de los datos utilizados. Surgisphere Corporation, una empresa estadounidense de análisis de atención médica, proporcionó datos para múltiples estudios sobre Covid-19 en coautoría de su director ejecutivo, Sapan Desai, pero hasta ahora no pudo explicar adecuadamente sus datos o metodología.
Dos de las principales revistas médicas del mundo, Lancet y New England Journal of Medicine, publicaron estudios basados en datos de Surgisphere. Los estudios fueron realizados en coautoría por Desai. El primero, versó sobre los riesgos y beneficios del tratamiento de pacientes con covid-19 con cloroquina e hidroxicloroquina y concluía que estas drogas no demostraban eficacia como tratamiento. Y el segundo, con 821 participantes asintomáticos, concluyó que después de la exposición de alto riesgo o de riesgo moderado a la covid-19, la hidroxicloroquina no previno la enfermedad y que, incluso, los efectos secundarios fueron más comunes con la hidroxicloroquina que con el placebo.
Los resultados de la investigación conducida por Mandeep Mehra, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y director médico del Brigham and Women’s Hospital en Boston, Massachusetts, y colegas de otras instituciones publicados en la revista científica The Lancet el 22 de mayo hizo que hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) detuviera las pruebas Solidarity.
Pero tras varios cuestionamientos sobre la calidad de los datos utilizados en el estudio, The Lancet sacó el 3 de junio una advertencia sobre la investigación, lo que deja por ahora la validez de sus conclusiones en suspenso. Ese mismo día, la OMS anunció que reanudaría las pruebas de la hidroxicloroquina.
The New York Times publicó un resonado artículo en el que exponen que más de 100 médicos y científicos cuestionaron la autenticidad de la base de datos hospitalaria masiva en el que se basó el estudio de Mehra. En una carta abierta al editor de The Lancet, Richard Horton, y a los autores del estudio, los científicos pidieron a la revista que proporcione detalles sobre la procedencia de los datos y pidieron que el estudio sea validado de forma independiente por la OMS u otra institución.
Paraguay sigue usándola
En una entrevista con Enrique Vargas Peña vía ABC Cardinal, José Fusillo, presidente de la Sociedad de Neumología del Paraguay dijo que, por fuera del proyecto Solidaridad, el país sigue utilizando la droga: “En el último mes cuando empezaron a salir las evidencias fueron, mayormente, negativas y ahí se comenzó a debatir y analizar si deberíamos seguir usándola en los protocolos porque aquí en Paraguay con los pacientes internados estamos utilizando”.
¿Qué es la cloroquina y la hidroxicloroquina?
La cloroquina es un medicamento que se utiliza como tratamiento contra la malaria y también para reducir la inflamación en casos de lupus y artritis reumatoidea. La hidroxicloroquina es una variante de ese medicamento; se empezó a utilizar por ser mejor tolerada que la cloroquina por los pacientes. Desde febrero se conoce que China usó hidroxicloroquina y cloroquina para algunos tipos de neumonía por el nuevo coronavirus y se redactaron informes sobre su uso terapéutico.
La disputa política por la hidroxicloroquina
En abril, Laboratorios de Productos Éticos fue adjudicado –por contratación directa con fondos de emergencia– para proveer 170.000 unidades de hidroxicloroquina por Gs. 700.400.000 (u$d 110.000). El director de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles del MSPyBS, Hernán Rodríguez, dijo que la droga se aplicaría sólo al paciente que desarrolle la enfermedad, además de ensayos clínicos con pacientes sin el virus (para prevenir) y asintomáticos (para evitar el progreso del coronavirus). Pero no hay evidencia suficiente de que la hidroxicloroquina (HCQ) sirva para tratar la covid-19.
Los presidentes de EEUU y de Brasil también son partidarios de la cloroquina como medicamento preventivo contra la covid-19. Jair Bolsonaro anunció el martes 19 de mayo que el Ministerio de Salud cambiará su protocolo para el uso de cloroquina a pacientes en el nivel inicial del contagio del nuevo coronavirus. Además, lanzó comentarios sarcásticos sobre los médicos que no recomiendan ese medicamento.
«El que es de derecha, toma cloroquina, el que es de izquierda, toma Tubaína», dijo haciendo referencia a una marca de gaseosas del interior del estado de San Pablo. Esto ocurrió luego de que Brasil superara por primera vez los mil muertos en un día por covid-19 y llegara a 18 mil fallecidos en poco más de dos meses. Una semana después, agradeció al mandatario estadounidense, Donald Trump, el envío de comprimidos de hidroxicloroquina para pacientes afectados por coronavirus en su país, el segundo con mayor cantidad de casos en el mundo.
Donald Trump viene promocionando la droga desde mediados de marzo. En una ocasión dijo que el medicamento contra la malaria es un «regalo de Dios». El 18 de mayo expresó que venía tomando todos los días el medicamento contra la malaria hidroxicloroquina como medida preventiva contra el coronavirus a pesar de las advertencias de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) sobre limitar su uso a entornos hospitalarios y ensayos clínicos.