A fines de noviembre del año pasado, Mariam Cardozo fue a Aspen en Estados Unidos, para un intercambio de trabajo. Fue recepcionista durante cuatro meses en un hotel.

En marzo se enteró por su familia que en Paraguay se estaban comenzando a tomar medidas por el coronavirus. Pero en Aspen, era como si no pasara nada.

«La gente salía, nadie usaba tapabocas. Recién unos días antes de volver cerraron el acceso a la montaña y los restaurantes. Fue entonces que los huéspedes empezaron a cancelar las reservas y todos nos quedamos sin trabajo», cuenta Mariam.

Tuvo que adelantar su regreso. Unos días antes de volver, Mariam comenzó a tener tos y dolor de cabeza.

Como tiene una mamá de 60 años y una abuela de 90, decidieron que hiciera la cuarentena en una casa aparte. Hasta entonces, ella no tenía idea de que era uno de los casos positivos de covid.

Nadie fue a recibir a Mariam al aeropuerto el 20 de marzo. Le tomaron la temperatura y llenó un formulario. Luego fue directo a aislarse. No vio a su familia en cinco meses.

La idea era volver a su casa el 9 de abril, fecha de su cumpleaños. Pero la mañana del 8 recibió un audio de Whatsapp en el que mencionaban que, para algunas personas, uno de los síntomas del coronavirus era la pérdida del gusto y el olfato.

Recordó que cuando recién llegó, no sentía el sabor de las comidas. Llenaba sus platos de sal, el café de edulcorante, pero nada se saborizaba. Tampoco sentía el olor de sus perfumes. Ni bien se le cruzó la idea por la mente, llamó por teléfono al Ministerio de Salud.

El resultado del test dio positivo, pero eso no fue lo peor. Una química conocida de Mariam filtró una foto de ella en el portón de su casa con el equipo del ministerio. Eso circuló por decenas de grupos de Whatsapp en la ciudad de Limpio con advertencias sobre su contagio.

«Llegó un punto en el que ya no quería saber nada de nadie. Desactivé los datos del celular, me quedé sin Internet y me contactaba solamente por mensaje de texto con mi novio y mi mamá», recuerda.

Al 24 de abril llevaba encerrada 35 días. «Antes me sentía mal y me iba corriendo a llorar con mi mamá. Sabía que siempre había alguien ahí. Creo que ahora soy más fuerte», dice. Al 6 de mayo de 2020, Mariam forma parte de los 142 recuperados de Covid en Paraguay.