Si solo tenés un minuto:
Fernando Ferreira, el supuesto periodista uruguayo que hace más de un mes se manifestó con los autodenominados «médicos por la verdad», viene esparciendo noticias falsas en sus redes sociales desde el inicio de la crisis sanitaria mundial.
La primera semana de septiembre subió un video a su canal de YouTube en el que vincula las organizaciones médicas a las que pertenece el Director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, con la fundación de Bill Gates. Te adelantamos que Sequera no responde a «los intereses» del empresario norteamericano.
El punto de no retorno
La semana del 5 de septiembre se hizo viral un video de YouTube titulado «¿Quién es Guillermo Sequera y a quién responde?», de Fernando Ferreira, un supuesto periodista uruguayo. Al cierre de esta edición alcanzó las 11.135 visualizaciones y fue divulgado en un conocido canal de televisión del grupo Cartes. Pero no todas las fake news son igual de peligrosas. Antes de desmentir los dichos de Ferreira es importante analizar el funcionamiento de las teorías conspirativas para comprender por qué alcanzar el «punto de no-retorno» es un riesgo para la salud pública.
Así funciona la categorización de las teorías conspirativas: va de las más basadas en la realidad a las menos basadas en la realidad y podemos clasificarlas en 5 niveles. Si la imaginamos como una pirámide invertida, abajo de todo tenemos en el primer nivel a hechos que sí ocurrieron, como la pandemia de la covid-19. Aquí también podría estar el proyecto MK Ultra –también conocido como programa de control mental de la CIA–. Que, de hecho, existió.
Cuando vamos pasando a la línea de especulación llegamos al segundo nivel de las teorías conspirativas y comienzan a aparecer preguntas. ¿De dónde viene el nuevo coronavirus? ¿Cómo surgió? ¿Hay algún responsable? ¿O es una operación del gobierno chino para diezmar a su población? En el tercer nivel, pasamos la línea de alejamiento de la realidad hacia la sección más imaginativa en la que podemos encontrar teorías como que las aves no son reales o que el alunizaje nunca ocurrió. Pero no es tan grave.
Ahora, cuando llegamos al cuarto nivel cruzamos la línea de confusión personal y se pasa a dañar a terceros. Es cuando debería preocuparnos. Ahí tenemos a antivacunas, anticuarentena y terraplanistas. Una vez que pasamos la quinta y última línea antisistema llegamos a un punto de no retorno. Porque una vez que crees algunos de estos hechos como las mentiras de Plandemic, normalmente, también crees en todos los niveles que vienen antes. Y esto es súper dañino.
¿Cómo se financia la salud mundial?
Una de las preguntas preferidas de Ferreira a lo largo del video es: «¿Es Socialista o aliado de Bill Gates? ¿Quién es Guillermo Sequera?», «¿Qué imparcialidad tendría Guillermo Sequera en la toma de decisiones si trabaja actualmente en fundaciones ligadas estrechamente al mayor financista de las vacunas?».
Es verdad que Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud, es colaborador de IS Global, un instituto que trabaja en alianza con la Fundación La Caixa que se ocupan de la investigación en salud; y colaborador de IHME, un centro de investigación de salud global independiente en la Universidad de Washington.
La salud mundial se financia con voluntarios, empresas y estados. Una de ellas es la fundación de Bill Gates. Pero eso no significa que probaron vacunas en niños de la India y África ni que lanzó una vacuna contra el tétanos en Kenia que incluye fármacos para el aborto.
¿De qué se lo acusa a Bill Gates?
En primer lugar, al empresario norteamericano se lo acusa de implantar microchips en las personas para controlar a la población mundial. Esto es falso. La fundación financia investigación sobre vacunas por un lado, e investigaciones sobre identificación digital por el otro. Pero no están conectadas entre sí.
Un debate más útil sería cuestionar cuánto de nuestros datos está sirviendo para que corporaciones como Google o Facebook hoy lucren con ellos, sin respeto por nuestra privacidad ni darnos muchas explicaciones. Y Bill Gates sigue siendo un multimillonario que logró su fortuna en gran parte a costa de monopolizar el mercado de PCs con Microsoft y atacar a las iniciativas de software libre.