Futuros

Paraguay, el país de las vacas que vuelan y escuelas que caen

Educarse en Paraguay es un privilegio, no un derecho. Seis historias sobre la crisis del peor sistema educativo del mundo.

Reportaje Jazmín Acuña ·

Miles de estudiantes exigieron en las calles de la capital mejoras en infraestructura porque sus escuelas se caen, entre amenazas del ministro de Educación de Paraguay Enrique Riera. Advirtió que los alumnos que asistan a la protesta serían sancionados y a las maestras se les recortaría el salario. Al mismo tiempo, en la Universidad Nacional de Asunción, estudiantes se movilizaron para defender el proceso de reforma a pesar de fracasadas órdenes de captura de la Fiscalía a universitarios líderes. Por primera vez en la historia, todas las facultades fueron a paro.

Estos hechos son los síntomas de una profunda crisis de la educación en Paraguay, un conflicto de dos partes: una clase minoritaria y poderosa que ha secuestrado el sistema educativo para mantener sus privilegios contra los muchos que buscan devolver a la educación un sentido de oportunidad.

Las historias de Vacas que vuelan, escuelas que caen nos acercan a este conflicto. Esta serie tiene protagonistas que le ponen cara a la batalla diaria de las mayorías por acceder al derecho a la educación. Una batalla que no debería ser tal si fuera un derecho pleno en este país.

El alto costo del acceso se puede ver en la historia de Christian Quiñónez, que se despide de sus hijos todos los días antes de ir a la universidad y cruza el río Paraguay para estudiar derecho, sin saber si retornará vivo. O los docentes de la escuela Maricevich, en el norte del país, que deben resistir al acoso de grupos armados, militares, policías, narcos y sicarios para enseñar en sus comunidades. O en el relato de cómo para acceder a escuelas, 46 mil niñas y niños deben someterse al criadazgo, un sistema de servidumbre que los explota laboralmente.

Cuando el derecho a la educación no está garantizado, es negocio o la llave para la acumulación de poder político. Se puede ver en la historia de los dueños de universidades privadas que abren sucursales de enseñanza superior como heladerías, estafando a miles de estudiantes. Se nota en el desempeño del ministro de Educación Enrique Riera, que tan pronto apagó la primera revuelta de estudiantes secundarios que destituyó a su antecesora, se convirtió en uno de los principales aliados del presidente Horacio Cartes. Hoy es considerado posible candidato a la presidencia en el 2018 por el oficialista Partido Colorado.

La crisis de la educación pone en cuestionamiento el mismo modelo de producción actual, que debería generar los recursos para el bienestar de todos y todas. Si somos capaces de exportar vacas vivas por avión, ¿cómo es posible que escuelas se caigan sobre maestras y alumnos mientras dan clase?

Vacas que vuelan, escuelas que caen

Un especial sobre cómo lo esencial de la educación es invisible al gobierno.

La universidad para una indígena en el país de las vacas que vuelan

Una comunidad indígena debe decidir si vende su ganado para que Eudelia Franco pueda seguir en la universidad. ¿Cuántas vacas se necesitan para terminar una carrera en Paraguay?

Donde abrir una universidad es fácil, terminar una carrera es difícil

Los miles de jóvenes que no pueden ir a la universidad pública en Paraguay se enfrentan a la estafa y la impunidad de las universidades privadas.

Criaditas, esclavas para poder estudiar

Para más de 40 mil niñas, la explotación laboral es la única opción para acceder a la educación en Paraguay.

Un ministro de Educación del pasado para las demandas de futuro

Estudiantes tomaron cientos de colegios hasta destituir a una ministra, exigiendo mejor educación. Pero Enrique Riera no asumió para producir cambios.

Ir a la universidad en Paraguay puede ser una carrera de vida o muerte

En Puerto Casado, dos estudiantes cruzan un río en un bote pequeño para ir a la universidad. Es la única manera de seguir una carrera. ¿Vale la pena poner en juego la vida para estudiar?