Dos niñas murieron luego de exponerse a fumigaciones

Ocurrió luego de fumigaciones en campos colindantes a la colonia, pero el Ministerio de Salud, la Fiscalía y el Senave negaron su relación con las muertes.

Adelaida Álvarez tenía 3 años cuando murió en julio de 2014. Su hermana Adela, quien falleció al día siguiente, tenía sólo 6 meses de vida.

Otras 30 personas de la Colonia Huber Duré –distrito de Curuguaty, Canindeyú– presentaron los mismos síntomas que tuvieron ellas en esos días: vómitos, dolor de cabeza, diarrea y malestares. 

La Federación Nacional Campesina denunció que fueron muertes a causa de intoxicación por agroquímicos. Dijeron que días antes del fallecimiento de las hermanas, sojeros de la zona fumigaron sus campos en los establecimientos colindantes que pertenecen a Ulises Rodríguez Teixeira, Pío Ramírez, Marcelo Abente y Basilio Ramírez. 

El Ministerio de Salud y la Fiscalía descartaron una intoxicación por agroquímicos; el forense Pablo Lemir declaró que la causa de muerte fue «asfixia por insuficiencia respiratoria por bronconeumopatía». En tanto, el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), Regis Mereles, aseguró que no había registro de fumigaciones en la zona. Antes del Senave, Mereles presidió la Asociación de Productores de Soja (APS).

Un mes después, los pobladores de Húber Duré denunciaron la muerte de al menos 400 animales de granja en un lapso de diez días. El Servicio Nacional de Salud y Calidad Animal (Senacsa) también descartó la intoxicación con plaguicidas. Concluyó que en el caso de las vacas, murieron a causa de «tristeza bovina» (piroplasmosis) y otras enfermedades.