A principios de junio, dos adolescentes de una escuela de Ñemby fueron víctimas de suicidio. Recibían bullying de sus compañeros. Les habían creado una fanpage en Facebook para burlarse de ellos. Dos semanas después, un docente de una escuela de Asunción fue denunciado por acoso sexual a una niña de diez años. En lo que va de 2019, la Fiscalía registró casi 1.000 denuncias de abuso infantil. El año anterior llegó a 2.608 casos. Al menos 700 niñas de entre diez y catorce años fueron madres en 2018 producto de esos abusos, según el Ministerio de la Niñez. En la última prueba PISA, un cuarto de los estudiantes de quince años consultados dijo haber tenido sentimientos relacionados a la depresión en la última semana. Dos de cada cinco, sentimientos de ansiedad. El país lidera el ranking latinoamericano de discapacidad por depresión. Una persona muere por suicidio al día en Paraguay. Niños y adolescentes entre diez y diecinueve años, sobre todo varones, son la población con más víctimas de suicidio en el país.
La respuesta del Ministerio de Educación y Ciencias a los problemas de bullying escolar, depresión y abuso sexual en niños, niñas y adolescentes: capacitaciones a docentes y charlas a estudiantes a cargo de pastores y capellanes de Funda Joven, una ONG evangélica.
Documentos oficiales del Ministerio de Educación y materiales y audios de Funda Joven proporcionados por cuatro docentes que participaron de sus actividades muestran cómo desde 2015, la ONG ha entrado a escuelas y colegios públicos de Paraguay a dar charlas a chicos desde los doce años y desde 2017, a capacitar a docentes. Las actividades están a cargo de pastores y capellanes. Algunos casos de adolescentes con los que tratan son derivados a «iglesias cercanas», evangélicas y católicas, contrariando criterios científicos y directrices oficiales sobre salud mental y derechos de la niñez y adolescencia en Paraguay.
Todo con aval y conocimiento del Ministerio de Educación y Ciencias.
Algunos casos de adolescentes con los que tratan son derivados a «iglesias cercanas», evangélicas y católicas, contrariando criterios científicos y directrices oficiales sobre salud mental y derechos de la niñez y adolescencia en Paraguay.
«Los jóvenes de hoy en día» según los pastores de Funda Joven
La mitad del Teatro Municipal de San Lorenzo estaba lleno el viernes 21 de junio. Unas 500 personas, en su mayoría profesoras de tercer ciclo y nivel medio de Gran Asunción, se tomaban selfies en medio de una conferencia para docentes realizada por Funda Joven, según el testimonio de dos maestras que estuvieron allí. La conferencia fue realizada en el marco de un convenio con el Ministerio de Educación y Ciencias que está vigente desde 2015. El ministro Eduardo Petta no apareció, aunque se anunciaba su presencia en el afiche promocional. A finales de mayo, en una capacitación similar en Itapúa, Petta envió sus cariños al equipo de Funda Joven a través de un video. Se despidió con un saludo especial a Juan Cruz Cellammare, pastor presidente de la ONG, a quien invita a «seguir transformando la educación».
Antes de empezar, las docentes recibieron un sumario con los temas de la conferencia con los emblemas de Funda Joven, el Ministerio de Educación y la Universidad Cristiana Logos. La Universidad Logos es un instituto evangélico norteamericano sin presencia en Paraguay y que según su sitio Web tiene como objetivo ofrecer educación ministerial a «cada uno de los segmentos de nuestra sociedad, de modo que la Gloria de Dios cubra toda la tierra».
Funda Joven planea llegar con su programa «Salvando Vidas» a 30.000 estudiantes en 2019. Foto con la que la organización promociona sus capacitaciones en Facebook.
Fragmentos de los sumarios entregados a docentes en la capacitación. Aparecen Funda Joven, el Ministerio de Educación y la Universidad Cristiana Logos.
Entre la bibliografía recomendada por los conferencistas para tratar suicidio aparecen tres libros de Paul Tournier, un consejero pastoral suizo pionero en cruzar salud mental con evangelismo. La Christian Medical & Dental Associations, una organización norteamericana de médicos y terapeutas religiosos que realiza lobby en contra del aborto y promueve terapias de conversión a personas LGBTI, tiene un instituto con su nombre. Parte de la bibliografía sobre violencia doméstica de la conferencia es el link a la búsqueda en Google «www.google.com/violenciadoméstica». Mientras que para hablar de liderazgo se recomiendan tres libros del conferencista de autoayuda evangélico John Maxwell.
La conferencia estuvo a cargo del pastor Roberto Maureira –habló de abuso sexual y suicidio en la mañana– y Alejandro Pérez –habló de bullying y suicidio luego del almuerzo–. Maureira es un pastor chileno recibido del Seminario Juan Calvino en Chile, parte del equipo de Juan Cruz Cellammare como capellán y consejero. Actualmente es pastor en la iglesia El Renuevo en Mariano Roque Alonso.
Alejandro Pérez es un consejero familiar y capellán que comenzó hablando al auditorio del caso de los dos adolescentes víctimas de suicidio en Ñemby antes de hacer un repaso por las supuestas características de los baby boomers y millennials para llegar a los centennials. Allí explica por qué estos últimos serían, según su entender, «más susceptibles» al bullying.
Según Pedro Segovia de Funda Joven, el ministro de Educación Petta conoce a la organización desde su tiempo como director de la Caminera. En un tuit en mayo, el ministro mandó un saludo cordial a Juan Cruz Cellammare, presidente de la ONG. También lo invitó a la la audiencia pública para la nueva reforma educativa. Foto: Web de Funda Joven.
Aunque se refirió a los ocho pasos que los docentes deben tomar ante casos de acoso y violencia escolar, según el protocolo oficial, sus ejemplos contradijeron totalmente las recomendaciones del Ministerio de Educación: «Si a nosotros nos hacían bullying lo arreglábamos en la salida, como hombres», dijo Pérez, reforzando cada una de sus afirmaciones sin datos pero con muchos testimonios personales. Señaló que el bullying no debe ser minimizado, pero luego opinó que «le cuesta más a los alumnos que tenemos en nuestras aulas superar el bullying, a nosotros no nos costaba nada».
Para Pérez, los niños y adolescentes que están hoy en las aulas «son muy mimados y sobreprotegidos». También son «empoderados», que es un problema según él porque «toman decisiones que deberían corresponder a los adultos».
Continuó con una lista de generalizaciones, asegurando que los niños y adolescentes son consumidores de marcas, poco activos y aventureros, no toman riesgos, tienen poca capacidad de frustración, se mueven por la gratificación instantánea, etc. Por momentos su discurso se asemejaba a un sketch del grupo humorístico argentino Les Luthiers: «Los jóvenes de hoy en día».
El capellán Alejandro Pérez repitió la misma disertación sobre el bullying en otros sitios como Saltos de Guairá y Boquerón. Foto: Facebook de Funda Joven.
Alejandro Pérez finalizó su intervención contando al auditorio de docentes una anécdota personal que hace apología de forma indirecta al maltrato infantil. Según su relato, cuando él era un niño, tomó un cuchillo de la cocina y amenazó a su madre con matarse si no lo dejaba ir al cine con sus hermanos. «Mi mamá entró en la pieza, sacó el cinturón de mi papá, me dio tres [golpes] con ese (sic) y hasta hoy en día me curó que aunque yo pase los peores problemas de mi vida, lo último que pienso es suicidarme».
La anécdota terminó, seguida por el aplauso de los docentes. En la conferencia estuvo presente Liza Noemí López Vera, supervisora pedagógica del MEC. Las firmas de los pastores Roberto Moureira y Juan Cruz Cellammare y el de la directora de Educación del MEC por el Departamento Central, Florentina Vera aparecen en los certificados entregados a las docentes al final de la capacitación.
Certificados entregados a docentes al final de la capacitación, donde firma la directora del MEC por Central, Florentina Vera.
Los cristianos que capacitan en salud mental con aval del MEC
Consultado al respecto, Pedro Segovia, el director de proyectos de Funda Joven, dijo que los perfiles de ambos conferencistas fueron enviados al Ministerio de Educación y aprobados por la Dirección de Currículum. Dijo que el ministerio aprueba los perfiles de todos los conferencistas para docentes de su organización. Segovia dijo que además de pastor, Roberto Moureira es psicólogo y docente en la Universidad Evangélica del Paraguay. Confirmó que Alejandro Pérez es capellán. La directora de la Dirección de Orientación del Ministerio, la Licenciada Gricelda Lozantos, negó que a su cartera haya llegado información alguna sobre los conferencistas.
«Esto va en contra de todo lo que el Ministerio de Educación debe hacer al respecto. No condice con nuestras políticas, que debe tener un enfoque en los derechos del niño», dice la licenciada Leda Palmerolla, psicopedagoga especializada en educación inclusiva y parte de la Dirección de Orientación del MEC, luego de escuchar el audio donde el conferencista Alejandro Pérez hace apología al maltrato infantil como solución a casos de depresión y suicidio.
A datos de 2016, el Ministerio de Salud y Unicef calculaban que la mitad de los niños y adolescentes paraguayos son víctimas de maltrato y violencia en el hogar. «El maltrato infantil está relacionado a la aparición de problemas de salud mental que pueden durar toda la vida», dice la doctora Lourdes Zelaya, psiquiatra jefa del Departamento de Salud Mental del Hospital Pediátrico de Acosta Ñu.
La licenciada Diana Lesme, directora de la carrera de Psicología de la Universidad Católica, concuerda con Zelaya: «Que personas sin la formación adecuada den capacitaciones sobre temas sensibles pone en riesgo a miles de niños y adolescentes». Aunque no hay datos a nivel nacional, en el Hospital Acosta Ñu el maltrato, la depresión y la ansiedad son las tres primeras causas de consultas sobre salud mental de niños y adolescentes.
La ley contra maltrato infantil, promulgada en 2016, obliga en su artículo 6º al Ministerio de Educación a promover hábitos de crianza positiva en la educación formal y no formal, e instruir a sus educadores para que tengan «prácticas pedagógicas y disciplinarias no violentas». Gricelda Lozantos, directora de Orientación del MEC, dice que los supervisores departamentales «tienen la obligación de denunciar estos casos».
Los mismos conferencistas de Funda Joven, Moureira y Pérez, tenían ya agendada otra capacitación docente en Saltos del Guairá la siguiente semana y luego charlas en Boquerón. Todas con presencia de los supervisores departamentales del Ministerio.
De las charlas sobre suicidio en los colegios a las iglesias
«Salvando Vidas» se llama el programa de charlas con el cual Funda Joven (que hasta 2017 se llamaba Fundación Volver a Soñar) busca llegar a estudiantes de más de doce años en sus instituciones educativas con la proyección en sus aulas de la película «Salvando una Vida» (To Save a Life en inglés). La película, un drama cristiano adolescente, trata de un joven que abandona su vida como chico popular del colegio luego del suicidio de su mejor amigo. Decide ir a la Iglesia y es repudiado por ello por sus compañeros y por su novia. La novia, que está embarazada, piensa en abortar y al final se arrepiente, según la sinopsis explicada por un voluntario de Funda Joven a estudiantes de un colegio público asunceno.
La película es calificada apta para mayores de 13 años con precaución de los padres debido a las escenas sexuales y de uso de drogas. Luego de la proyección, los estudiantes son «guiados a una oración» por los facilitadores entrenados por la ONG. El programa incluye que los estudiantes reciban una revista llamada «El Libro de la Vida» que contiene historias bíblicas. Todo esto consta en el proyecto oficial aprobado por el MEC y confirmado por dos docentes donde Funda Joven dio charlas. Los estudiantes también otorgan a Funda Joven sus números telefónicos y reciben una carta del pastor Juan Cruz Cellammare donde les recuerda «lo importantes que son para Dios».
Detalle del proyecto para el 2019 presentado por Funda Joven al Ministerio de Educación.
Las respuestas de los cuestionarios completados por los estudiantes son enviadas, según la ONG, a iglesias cercanas a los colegios «para el seguimiento de sus casos». Funda Joven utiliza la base de datos creada con cada estudiante que estuvo en sus charlas y sus números celulares para contactarlos vía mensaje de texto y ofrecerles «grupos de apoyo» en el local de la fundación, en el Centro Cristiano Internacional La Gracia, que es la iglesia de Juan Cruz Cellammare en Lambaré. Uno de los objetivos los grupos de apoyo es que sea un lugar donde «se comparte la Palabra de Dios».
Este programa de Funda Joven busca llegar a 30.000 estudiantes de escuelas públicas y privadas de Gran Asunción en 2019. Pedro Segovia, de la ONG, dice que los charlistas que van a los colegios son formados por la propia organización. Todo avalado por el Ministerio de Educación.
Las empresas que avanzan una agenda evangélica en la educación
A diferencia de Decisiones, la ONG evangélica que llevó desinformación sobre educación sexual y población LGBTI a miles de estudiantes paraguayos por años con dinero público, se desconoce si Funda Joven recibe dinero público. Pedro Segovia, director de proyectos de la organización, niega que haya dinero del Estado y dice que los proyectos se sostienen «con aportes privados y de la propia fundación».
Las cinco empresas que aparecen en sus materiales como auspiciantes son: Pro-Med, una empresa de medicina prepaga que confirmó que tiene un convenio. Andrea Gimenez, de la empresa, prometió facilitar la documentación al respecto. A cierre de edición no lo ha hecho. Otra empresa es Chacomer, una importadora y ensambladora de vehículos. Su encargada de responsabilidad social, Daisy Zelaya negó cualquier convenio con Funda Joven. La tercera empresa es Record Electric, una importadora de maquinarias eléctricas. Su representante de recursos humanos, Ezequiel Lugo, dijo desconocer la existencia de cualquier financiación a la ONG.
Las empresas que auspician la llegada de Funda Joven a estudiantes en sus colegios.
La cuarta empresa asociada a la ONG es Inverfín, una importadora que también financiaba a Decisiones. Su fundador, Ernst Bergen, es hombre de confianza del presidente Mario Abdo y actual director paraguayo en Itaipú. Bergen también es activista de la Conferencia Mundial Menonita y dueño de la Red Chaqueña de Comunicaciones, un holding privado de medios donde el director de Funda Joven, Juan Cruz Cellammare, tiene un programa semanal en el cual habla de diferentes temas: desde bullying hasta la denominada «ideología de género».
Luego de varios intentos y derivaciones vía telefónica, empleados de la empresa indicaron contactar vía correo electrónico con Sonia Pereira, de recursos humanos de Inverfin, para pedir detalles del convenio con Funda Joven.
Media hora después de realizar el pedido vía email a Inverfín, el señor Pedro Segovia, director de proyectos de la ONG llamó al periodista encargado de esta investigación consultando la razón de nuestras averiguaciones con las empresas. «Unos amigos me contaron», respondió al preguntarle cómo supo de las averiguaciones. Al cierre de edición Inverfín no ha respondido las consultas.
También se intentó contactar con la quinta empresa, la Cooperativa Chortitzer, sin éxito. Estas marcas también aparecen como auspiciantes del programa de televisión del presidente de Funda Joven, Cruz Cellammare. A excepción de Pro-Med, todas las empresas tienen en común que se definen como cristianas y que están relacionadas a la comunidad menonita de Paraguay.
El Ministerio que promueve una agenda evangélica en las escuelas
A diferencia también de Decisiones, Funda Joven sí tiene permiso y convenios con el Ministerio de Educación para ingresar a instituciones educativas y capacitar a docentes. El programa de charlas a estudiantes «Salvando Una vida / Salvando Vidas» de la organización fue declarado de «interés educativo» en 2015. La iniciativa fue recomendada por la entonces viceministra Myrian Mello – también fue la funcionaria que recibió las primeras denuncias documentadas sobre Decisiones– con parecer favorable de la Dirección de Currículum y aprobada primero por la ministra Marta Lafuente y luego renovada por el siguiente ministro, Enrique Riera. Riera fue quien habilitó a Funda Joven a capacitar a docentes en un convenio firmado en 2017.
Ya como senador, Riera impulsó la declaración de interés nacional por parte del Congreso paraguayo de otro proyecto de Funda Joven sobre abuso infantil, dirigido a niños de seis a doce años. Poco antes, el mismo Congreso había eliminado de la ley de prevención de abuso sexual los artículos que permitían a docentes capacitarse sobre el tema y la inclusión de una cátedra sobre sexualidad para estudiantes.
La Gaceta Cristiana resaltó que, como ministro, Riera «fue quien dio la orden de sacar de circulación todo material que hable de modelos de familia que no se ajusten a lo establecido por Dios».
En su sitio Web, Funda Joven se define como una organización cuyos objetivos principales son «la propagación de buenos valores a la juventud, y la restauración de la familia como núcleo fundamental de la sociedad paraguaya». La declaración de interés nacional del proyecto de Funda Joven fue aplaudida por el sitio evangélico La Gaceta Cristiana, «mostrando así la voluntad política del país guaraní en mantener los valores y principios bíblicos en la sociedad» y resaltando que como ministro, Riera «fue quien dio la orden de sacar de circulación todo material que hable de modelos de familia que no se ajusten a lo establecido por Dios».
Riera había ofrecido en una audiencia pública en octubre de 2017 quemar libros sobre género «en una plaza», y prohibió la circulación de todo material que tenga «ideología o teoría de género». Hasta la fecha, no se pudo corroborar la existencia de los textos denunciados por grupos autodenominados pro-vida y pro-familia en grupos de Whatsapp. El Ministerio de Educación se negó en tres ocasiones, bajo distintos argumentos, a hacer público el informe al respecto.
Los vínculos a un lobby internacional cristiano
Después de firmar la resolución anti-género, el ex ministro de Educación Riera participó de la asamblea general de la Alianza Evangélica Latina (AEL), que se hizo en Asunción. La AEL, fundada en 2013 en Honduras, aglomera a iglesias evangélicas de 17 países de Latinoamérica, más Estados Unidos y España. La Asociación de Iglesias Evangélicas de Paraguay es parte. Su trabajo de lobby más importante es en la OEA, donde son parte del frente que se opone a avances sobre igualdad de género o derechos LGBTI.
Mientras Enrique Riera hablaba en contra de la «ideología de género» en la asamblea de la AEL en octubre de 2017, a su derecha estaba quien acababa de ser elegido director ejecutivo de la Alianza: Juan Cruz Cellammare.
Juan Cruz Cellammare es un pastor argentino radicado en Paraguay. Además de ser director ejecutivo de la Alianza Evangélica Latina, es presidente de Funda Joven y evangelista del Centro Internacional Cristiano La Gracia. En su programa de televisión en la Red Chaqueña de Comunicaciones, Cruz Cellammare dedicó un capítulo entero al «peligro de la ideología de género» y entrevistó, por ejemplo, a Nicolás Márquez, coautor junto a Agustín Laje del «Libro Negro de la Nueva Izquierda». Allí, Márquez dijo que «la educación sexual es una trampa para alterar a los niños».
Según un extenso estudio publicado por Unicef en 2016, los datos disponibles de Latinoamérica muestran que los estudiantes LGBTI reportan más situaciones de violencia como el bullying que sus pares heterosexuales. Carolina Robledo, presidenta del grupo por los derechos de las lesbianas Aireana, dice que no existen datos sistematizados de bullying en colegios en Ro Hendu, su línea de servicio especializado para que personas LGBTI puedan denunciar violencia y discriminación. Pero indica que en los casos que tuvo conocimiento »muchas veces el bullying viene más que de los compañeros, de los propios docentes».
La psicóloga Diana Lesme explica que para que se considere bullying, deben haber tres aspectos: una relación de poder desigual entre los pares, una constancia en las agresiones y una intención de herir. «Cuando se trata de docentes a estudiantes, no es bullying, es directamente maltrato», subraya.
Pedro Segovia dice que Funda Joven «trabaja sobre el bullying de manera objetiva, no subjetiva». Segovia sostiene que ellos «no discriminan si es por gay, por negro o por tener la nariz grande (sic)», todo bullying es cuestionable. Pero al ser consultado sobre su posición y la de Juan Cruz Cellammare sobre la llamada «ideología de género», Segovia evitó responder.
Con Petta como ministro de Educación, Funda Joven no solo amplió su presencia en colegios y capacitaciones para docentes: Cruz Cellammare fue invitado por Petta a asistir a la audiencia pública para discutir la nueva reforma educativa del país.
El peligro de la pseudociencia en salud mental
En ninguna parte de los proyectos de Funda Joven aprobados por el Ministerio de Educación se consigna si los facilitadores que hablarán de salud mental, suicidio, abuso y bullying a miles de niños y adolescentes tienen alguna formación científica correspondiente a esos temas.
Más allá de los videos producidos por la propia ONG, tampoco se sabe el posible impacto o daño que pueden producir las charlas de Funda Joven a estudiantes.
Una docente de un colegio público de Asunción denunció a El Surtidor que en 2018 la intervención de Funda Joven en el aula de un estudiante adolescente que se autolesionaba no solo no fue positiva, sino que multiplicó los casos en el colegio. «A esa edad hay que tener mucho cuidado», dice la docente que prefiere no revelar su identidad por temor a represalias. «Ellos les movieron cosas [a los chicos], les generaron pensamientos que antes no tenían». Al final, de la situación se tuvo que hacer cargo el departamento de psicología del colegio. Según la denuncia, varios estudiantes debieron empezar terapia.
La denuncia de la docente es anónima por la misma razón por la que el colegio mintió para rechazar otro año de charlas de Funda Joven, aduciendo falta de tiempo. Con el aval del Ministerio de Educación a la organización, los profesores temen sanciones por no querer acceder a sus actividades.
Esta es una de las fotos que la ONG evangélica Funda Joven publicita en su perfil en Facebook sobre sus charlas sobre suicidio y bullying en escuelas.
Gricelda Lozantos de Orientación del MEC señala que es una posibilidad: «Como tiene el sellito del Ministerio, es posible que les dejen entrar pensando que es la política oficial del Ministerio».
La doctora Lourdes Zelaya, vicepresidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Paraguay y jefa del Departamento de Salud Mental del Hospital Pediátrico de Acosta Ñu dice que «un psicólogo que tiene que dar una charla en una escuela debe tener un perfil que no es el mismo que el que tiene que llevar terapia con un niño, además de las credenciales éticas y morales». Zelaya señala que no es lo mismo hablar de estos temas con un niño de seis años que como un adolescente de doce. Da como ejemplo cómo hablar con un niño o adolescente que pasó por un trauma, como un abuso: «Tiene que hacerse con mucho cuidado porque un niño no puede ser llevado por veinte interrogatorios sobre ese trauma por diferentes personas».
Zelaya lamenta que en Paraguay todavía existan pocas regulaciones y apertura a la salud mental en las aulas. El Ministerio de Educación y el de Salud recién acaban de firmar un compromiso para empezar a trabajar de manera conjunta. «No invertir y preocuparnos por la salud mental hoy nos puede afectar a quienes deben ser los líderes de mañana en el país.»