La crisis climática y el calentamiento ayudan al aedes aegypti.
Mientras más calor hace, más rápido evoluciona y se reproduce el mosquito vector del dengue.
Además, la desaparición de bosques afecta a sus competidores y depredadores. El aedes en la ciudad no tiene rival.
Y en las ciudades de Paraguay no hay política pública para resolver el problema con residuos como electrodomésticos en desuso, que componen la mayoría de los criaderos.