Friedmann quiere legalizar la deforestación de un millón de hectáreas

El ministro de Agricultura propone un ecocidio: reducir la exigencia de mantener áreas forestales para favorecer al agronegocio.

El ministro de Agricultura, Rodolfo Friedmann, presentó el 6 de agosto una nota al Instituto Forestal Nacional para derogar el decreto 175 y modificar la Ley Forestal.

El decreto 175 fue emitido por Abdo para derogar el trístemente célebre decreto de Cartes que permitía deforestación de reservas. Había sido una promesa de campaña del presidente.

Con su propuesta, que viene a través del Viceministerio de Agricultura, Friedmann quiere cambiar el año base para calcular la reserva de bosques obligatoria por ley.

En la actualidad, el año base es 1986, cuando se reglamentó la ley forestal vigente, que es de 1973.

Eso significa que la reserva que un propietario está obligado a mantener hoy es el 25% del bosque que esa propiedad tenía en 1986.

En caso que en 1986 ese terreno ya estuviera sin bosques, el propietario debe reforestar el 5% del total de la propiedad.

Friedmann quiere cambiar el año a 2005, blanqueando la deforestación de un millón de hectáreas para favorecer al agronegocio, según denuncian en una carta al presidente Abdo 33 organizaciones, que incluyen a IDEA, WWF, Tierraviva, Guyra Paraguay y Gat.

Ezequiel Santagada, director de IDEA, advierte que ese periodo «blanquea la mayor parte de la deforestación que se dio en la región oriental» antes de la vigencia de la ley de deforestación cero.

Friedmann también pretende reducir del  25 al 5% la exigencia de recuperar o mantener las reservas forestales legales.

Según Santagada la propuesta significaría «que vos podés pasar una topadora por tu reserva actual en el Chaco, pagar una irrisoria multa, donar a un centro de salud y luego poner vacas», lo que generaría más ganancias que la pena por deforestar.

La modificación del decreto 175: 

Violaría la Ley de Deforestación Cero: vigente en la Región Oriental, que busca proteger lo que queda del Bosque Atlántico en el país.

Arriesgaría la meta de Paraguay de reducir sus emisiones que contribuyen a la crisis climática: incumpliendo con el Acuerdo de París.

El cambio de uso de suelo para convertir en pasturas –es decir, deforestar bosques para ganadería o agricultura extensiva– es el principal causal de emisión de gases de efecto invernadero en Paraguay.

Y evitaría la justicia en casos de deforestación ilegal: sobre todo en el Chaco paraguayo, y que afectan sobre todo a comunidades indígenas.