La OIT estima que 25 millones de personas pueden quedar desempleadas en el mundo por la crisis económica a raíz de la pandemia del Covid-19. Afectará más a trabajadores precarizados, entre ellos jóvenes y mujeres.

Para amortiguar el impacto, urge a los gobiernos tomar medidas como: ampliar la protección social; apoyo para mantener el empleo, como la jornada reducida, vacaciones pagadas y otros subsidios; y ayudas financieras y desgravaciones fiscales, sobre todo a las Mipymes.

Las proyecciones de Cepal tampoco son alentadoras. El organismo calcula que el desempleo en américa latina y el caribe aumentará 10%. En consecuencia, la pobreza y pobreza extrema.

En Paraguay, 6 de cada 10 trabajan en el sector terciario (comercios, restaurantes, hoteles y servicios). El Ministerio de Trabajo recibió 85 denuncias de despidos en esos rubros desde el inicio de la cuarentena.