Familiares y amigos exigen el esclarecimiento de la muerte de la joven en una celda de la Senad.
Evelyn Delgadillo, de 26 años, conocida como Andy por su gente querida, fue detenida por la Senad el 12 de marzo junto a su pareja, Óscar Mathias Barrios, de 22, bajo sospecha de que estaban distribuyendo drogas en el barrio San Miguel, de Capiatá.
Los agentes de la Senad llevaron a Andy a una celda de la secretaría, en donde estuvo privada de su libertad, sin presencia de abogado defensor y sin comunicación con su familia.
En la madrugada del 13 de marzo, Mónica Giménez, la madre de Andy, recibió una llamada anónima que le informó que su hija estaba muerta y que la derivaron a un sanatorio privado. Mónica advirtió a Édgar Delgadillo, el papá de la joven, y fueron juntos hasta allá.
En el sanatorio les dijeron que la Fiscalía tenía la documentación y que el cuerpo estaba en la morgue. Una vez ahí, les dijeron que no podían mover el cuerpo hasta las 10.
El médico forense, Pablo Lemir, dijo a la prensa que la muerte se produjo por «una asfixia por ahorcamiento a lazo blando». Pero la familia, amigos y amigas de Andy desconfían de esta versión por la casi nula comunicación de lo ocurrido y el ocultamiento de la información.
«Date cuenta señor, tu hija era una adicta. Según me contaron, vivía por la calle, de casa en casa», le dijo la fiscala María Bernarda Álvarez a Édgar Delgadillo el 19 de marzo, una semana después de la muerte de Andy, contó su padre.
Ese día se suponía que la Fiscalía le mostraría los videos del circuito cerrado de la noche que falleció Andy Luna bajo la custodia de la Secretaría Nacional Antidrogas. Pero no se lo entregaron.
«Más allá de que la hayan matado o que haya pasado otra cosa, categóricamente es responsabilidad del Estado. Tienen que sancionar a los agentes que estaban a cargo o que renuncie el ministro de la Senad. No se puede morir una persona bajo custodia de la Senad y que no pase nada», dice Fabricio Arnella, amigo de Andy.
«Por lo referenciado por la Senad, por la persona detenida con ella y lo observado, en la celda se encontraban elementos que elevaban el riesgo para que un suicidio ocurra. Había una sábana, una silla y un lugar desde donde colgar cosas. Para el monitoreo de la celda (la Senad) tenían un circuito cerrado de tv y les pudo haber llamado la atención lo que pasaba ahí”», señala Magdalena Palau, comisionada del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP).
Entre 2013 y 2020, el MNP registró 392 muertes de personas bajo la custodia del Estado paraguayo.