En la primera línea de defensa contra el coronavirus

Médicas y médicos relatan cómo se vive la crisis de la pandemia desde adentro.

Los trabajadores y trabajadoras de la salud están prácticamente solos. Mientras el gobierno paraguayo debate eliminar gastos superfluos del presupuesto para destinarlos a la emergencia del coronavirus, los médicos no pueden esperar. En algunos hospitales se preparan con simulacros. Fabrican y financian ellos mismos insumos como tapabocas, batas, antiparras y trajes impermeables. En otros, ya se dieron por vencidos y asumen que, en algún momento van a portar el virus.

Llegar a la casa después de trabajar es un ritual. Se cambian de ropa y se bañan antes de salir del hospital. Cuando llegan se sacan los zapatos, la ropa y los dejan en una bolsa. Se vuelven a bañar y recién ahí saludan a la familia. Todo esto porque viven con un miedo: ser los responsables del contagio a sus seres queridos.

Desde la primera línea de defensa contra el coronavirus dan sus testimonios en este especial.

«El discurso que corre dentro del hospital es que nuestros pechos serán las murallas y que así nomás es en Paraguay, que todos nos vamos a infectar, contagiar y que me calle, básicamente. Tuve que renunciar.»

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Deisy Aguero
Médica cirujana, ex residente del hospital de Barrio Obrero

«El miedo y la preocupación de que nuestros familiares corran peligro por nuestra culpa es incomparable. Por más que seamos exageradísimos en los cuidados personales. Es un juego mental.»

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Desireé Almirón
Infectóloga clínica del Hospital Nacional de Itaguá

«Con las licenciadas fabricamos nuestros propios tapabocas y camisolines, como los soldados que van preparando sus armas. Siento que estamos en una guerra con un enemigo invisible que no sabés cuándo va a atacar.»

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Fátima Paredes
Emergencióloga pediatra del Hospital de Niños de Acosta Ñu

«A mí me preocupa que tenga a alguien en frente a quien pueda ayudar pero que no tenga los insumos necesarios. Sería irresponsable de mi parte hacer algo porque podría exponer a muchas personas.»

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Paola Pusineri
Residente de segundo año, primer cátedra de Clínica Médica del Hospital de Clínicas

«La ayuda más grande que nos pueden dar en este momento las personas es quedarse en sus casas y evitar todo tipo de aglomeración. Nosotros tenemos muchas ganas de ayudar pero necesitamos que la gente entienda. Solos no vamos a vencer el virus.»

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Rodolfo Gauto
Emergenciólogo pediatra del Hospital de Niños Acosta Ñu

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