La violencia simbólica son mensajes, símbolos, íconos y signos que reproducen y naturalizan la discriminación y la subordinación de las mujeres. Ocurre cuando:
El conductor de un programa dice que una ex modelo “se dedicó toda su vida a la profesión más antigua del mundo”.
Un panel integrado por personas cisgénero (que se identifican con su sexo asignado al nacer) hace comentarios sarcásticos y ridiculiza un intento de transfemicidio.
Conductores tratan de “terroristas” a activistas feministas y defensoras de derechos humanos.
Pese a que existe la ley sobre la violencia contra la mujer, no existen leyes de identidad de género y contra toda forma de discriminación que protejan a las minorías del discurso de odio.