Doce patrulleras, agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, un escuadrón de la Policía Montada y funcionarios del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) llegaron a la colonia Sauce para desalojar a los ava guaraní paranaenses. Estaban asentados a orillas del lago de la hidroeléctrica Itaipú. Durante su construcción, las autoridades los obligaron a salir de esas tierras consideradas ancestrales. Décadas después, los avá guaraní decidieron retornar.
Amada Martínez, su madre Carmen Benítez y su abuela Carmen Sixta Martínez relataron que en el desalojo los policías quemaron sus casas, chacras, la escuela, el templo y robaron sus animales. Buscaron refugio en el monte para huir de las fuerzas de seguridad. Días antes, el juez Emilio Gómez Barrios firmó la orden para el operativo a pedido de Germán Hutz, un poderoso productor de soja y cuñado del entonces vicepresidente de Paraguay, Juan Afara.
Amada Martínez denunció además que el 8 de agosto de 2018, tres hombres armados con uniformes de Itaipú Binacional la amenazaron. Ella estaba en presencia de tres niños, su hermana y un taxista.