En Paraguay, muchos recuerdan lo que estaban haciendo un domingo 1 de agosto de 2004 porque ese fue el día que un supermercado del barrio Trinidad de Asunción ardió en llamas. Nadie olvida las imágenes que mostraban la televisión. Vecinos intentando romper los vidrios del edificio para liberar a las personas que estaban adentro. Lo inimaginable ocurrió: alguien cerró las puertas del supermercado.
Esta es la historia de los hombres y las mujeres que no quedaron entre las 400 víctimas fatales, que lograron sobrevivir para poder contar cómo fue la mayor tragedia civil del país. Y de cómo se juntaron para sanar, buscar justicia y mantener la memoria.